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En los meses siguientes me fui cruzando con diferentes artículos por la red en los que se hablaba de los supuestos beneficios de tener una rutina nada más levantarte que te permitiera empezar el día con la cabeza fresca y lista para la jornada laboral. La gente meditaba, hacía ejercicio, escribía o cualquier otra actividad que ayudara a vaciar la mente. Así empezó a picarme la curiosidad y pensé que por probar no podía perder mucho más allá que unos cuantos minutos de sueño. Empecé levantándome 20 minutos antes de mi hora para escribir. Me gusta escribir, me desahoga escribir y me ayuda a aclarar mis ideas.
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La primera semana conseguí levantarme 4 mañanas de 5 antes de tiempo para escribir. Y confieso que me gustó la sensación. Esos 20 minutos extra me permitían además darme una ducha con la cabeza algo más vacía en lugar de hacer mis repasos mentales bajo el grifo del agua caliente. Así que la semana siguiente continué haciéndolo. 20 mimutos antes todos y cada uno de los días de la semana laboral. Y empecé a sentirme mejor. Tanto que me piqué y decidí aumentar 10 minutos más para poder vestirme y arreglarme con más tranquilidad. Y seguí picándome. El no tener que ir corriendo nada más levantarme hizo que cuando llegaba el momento de salir de casa lo hiciera con mejor humor que antes (digamos que conversar no es una de mis actividades favoritas recién levantada. Necesito mi tiempo). Después de aquello decidí aumentar otros 10 minutos extra para poder meditar (cosa que quería hacer desde hacía tiempo. Incluso me descargué una aplicación para iniciarme en la tarea). ¿No estáis emocionados? Yo también lo estaba, sí, pero en esto fracasé
Aún así, 3 semanas después de empezar “por probar” conseguía levantarme 1 hora antes de mi hora habitual y aprovechaba para estudiar unos cursos que estaba haciendo, escribir unas páginas, jugar un rato con mis gatos y hablar con V en lugar de sólo gruñir :) No os voy a engañar y a deciros que lo cumplo a rajatabla todos los días porque estaría mintiendo, hay días en los que no consigo levantarme. Pero también valoro esos días en los que es un gustito apagar el despertador sabiendo que puedo dormir 1 hora más. Porque no todo tienen que ser obligaciones, ¿no creéis?
¿Alguien ha probado a cambiar sus rutinas mañaneras o le apetece intentarlo? ¿O tal vez no ha sido un cambio y os dedicáis un tiempo para vosotros todas las mañanas desde hace tiempo? Me encantaría que me contarais vuestra experiencia, ¡que yo soy todavía una novata!
Pues yo no tengo ninguna rutina especial por las mañanas, me cuesta ser persona a esas horas. Pero lo que si hago es desayunar con mucha, mucha tranquilidad convirtiendo ese momento en uno de los mejores del día.
ResponderEliminarBueno, yo creo que el desayunar con calma y hacer de ese momento algo que recordar el resto del día es una muy buen rutina, Laura!!
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