Te propongo un plan: subamos a un tren. No sé muy bien con qué dirección. Eso ni siquiera importa. Escucharemos música. Y veremos el paisaje desde nuestra ventanilla. Jugaremos a las cartas también. Y hablaremos y reiremos, como siempre.
No importa si el viaje es largo. ¿Alguien va a echarnos de menos? Además, cuando lleguemos, siempre podemos iniciar el viaje de regreso.
¿Qué me dices? En realidad si dices que no, no pasa nada. Mañana seguiré preparándote tu café como siempre...
Fotos: 1 y 2. Sarah Hermans 3 y 4. Lina Scheynius
Texto: The Sad-Eyed Girl
sabes? me apunto a ese viaje...
ResponderEliminarJajaja, vale, pues iremos a la estación y elegiremos un tren al azar.
ResponderEliminarmuchas gracias por la recomendación! intentaré escaparme, aunque sea sólo para curiosear :D
ResponderEliminarese viaje pinta genial, que suerte tiene quien te acompañe...